Su mutismo, mi impotencia…
Las infinitas capacidades del ser humano para incomunicarse Lo que distingue al ser humano del resto de los animales es la capacidad de raciocinio y una forma de comunicación establecida en lenguaje, que permite trasmitir
Las infinitas capacidades del ser humano para incomunicarse Lo que distingue al ser humano del resto de los animales es la capacidad de raciocinio y una forma de comunicación establecida en lenguaje, que permite trasmitir
Antes que anochezca es la autobiografía que Reinaldo Arenas terminó poco antes de suicidarse en Nueva York. De esas obras que te cambian la vida, sobre todo si naciste en la absurda y bella isla
Aunque yo, precisamente, no haya subido la Montaña mágica de Thomas Mann, sí he trocado mi cabeza a lo largo de un camino que no sé dónde empezó y cuyo final desconozco soberanamente. Así como
El movimiento de las patas es vertiginoso Como ruedas de tren Se desplazan, a donde es posible. Son cientos, miles de movimientos Acompasados por el terror Rodillas, huesos, tendones, se estiran, se recogen hacia atrás.
Las islas crecen y los isleños dentro de ellas. Este tema que Félix Guerra trajera a A4manos, me sorprendió, por extrañas razones de la cotidianidad, cuando volví a los poemas de Virgilio Piñera, un poeta,
En estos tiempos los amantes ya no se preguntan por los sueños ni las ocupaciones o preocupaciones. Dejaron de celarse, de extrañarse; y de regalo: pastillas para el insomnio. En estos tiempos ya no hay
Este es uno de los poemas en prosa de César Vallejo que se mantuvieron inéditos durante su vida. La mayoría de ellos, en prosa o en verso, se publicaron en el libro póstumo titulado Poemas
“El último rincón donde me esconda debe ser, creo que debe ser amargo, un lugar bien oculto donde pueda hasta llorar, que nadie sepa de mi llanto” La última canción, Polo Montañés No sé
Me tiré sobre la cama, exhausta. Abrí ese libro que compré hace tiempo en una librería de viejos, por ahí por Miguel Ángel de Quevedo: Los grandes poemas del siglo XX, de la serie: Las
Era un día soleado. Supongo que por eso decidimos ir al mar. El mar estaba atestado de gente, en el agua, en la arena, en las rocas más atrás, entre los arbustos, bajo las palmeras,