Tanto imposible amor inexpresable
Por estos días México celebra el 85 aniversario de Eduardo Lizalde. He leído que es uno de los emblemas de la poesía mexicana; algunos aseguran que el más importante poeta vivo… Perdonen que soy una
Partes de Guerra, por Gabriela Guerra
Por estos días México celebra el 85 aniversario de Eduardo Lizalde. He leído que es uno de los emblemas de la poesía mexicana; algunos aseguran que el más importante poeta vivo… Perdonen que soy una
“Quisiera volver, al lugar aquel, donde me besaste con placer, por primera vez, sentí confusión y hoy siento la misma sensación…” Descemer Bueno y Baby Lores Emborracho las ganas en una copa de añejo. Emborracho
Foto: Gabriela Guerra Rey Muchos años atrás, en la vieja Habana de sus nostalgias, Gabriela Guerra habría de recordar aquella tarde remota en que su padre le dio a leer “Cien años de soledad”. Hace
“Revolución es cambiar todo lo que debe ser cambiado…” Fidel Castro Al salir de La Habana, mi madre me dio, como siempre, algunas recomendaciones indispensables para mi sobrevivencia lejos de ella: aliméntate, descansa, cuida tu
¡Dios del cielo…! El tiempo se hizo trizas Y yo apurada, sin darme cuenta. Lo vi en las fotos de hoy Contra los rostros invocados. Las imágenes viejas ya no sirven más que para los
Hace una semana que ando triste: en mi nueva ciudad tembló la tierra por encima de los 7 grados y murió quien fuera mi escritor preferido cuando apenas era una adolescente, y por muchos años.
Hace un tiempo pasé un curso de “Redacción Sin Dolor” con el poeta, ensayista y maestro, Sandro Cohen. En sus clases aprendí algunas cosas de redacción, pero sobre todo se volvió a despertar mi animal
Porque voy, porque no, Porque llegas, Porque tal vez nunca regreses Porque tengo trabajo Y porque lo perdí Por los sueños irrealizados, sí, También por los que quedan en los ojos Ansiedad, en la
Utopías… El tren sale a las seis. Mañana a esta misma hora estaremos camino a algún lugar. Todo habrá acabado. Dejaré atrás el pasado triste. Dejaré en las aceras de estas calles mi dolor, mis
Me he impuesto una gran tarea, escribirle a Santa Claus. Y se preguntarán ¿qué tiene de extraordinario? Tengo mis razones. Para empezar, crecí en un país en el que casi nadie creía en Santa. Si