Porque voy, porque no,
Porque llegas,
Porque tal vez nunca regreses
Porque tengo trabajo
Y porque lo perdí
Por los sueños irrealizados, sí,
También por los que quedan en los ojos
Ansiedad, en la mañana, en la tarde
Más que nunca, en las noches
Ansiedad de tenerte en mis brazos
¿Y si no? todavía ansiedad
Ansiedad de caminar, de detenerme
De perderme y tener que encontrarme
De no querer encontrarme
Ansiedad por las horas, los minutos
Los años perdidos y los paraísos descontruidos
Por los muertos, los vivos
Los desaparecidos, los aparecidos
Por cada letra escrita en las últimas estaciones; el adiós
Ninguna ansiedad por el futuro
Bastan las soledades de hoy
Es la vida: llegadas y partidas, encuentros y desencuentros, anhelos satisfechos y no, sueños realizados y otros aplazados, a veces indefinidamente. Pero: siempre volver a soñar.