¡Dios del cielo…!
El tiempo se hizo trizas
Y yo apurada, sin darme cuenta.
Lo vi en las fotos de hoy
Contra los rostros invocados.
Las imágenes viejas ya no sirven
más que para los recuerdos
y las tenues nostalgias
Cómo cambió mi ciudad,
Mi gente, mis amigos.
Sigo escuchando las canciones
De las que nadie se acuerda ya,
Continúo en la tarea de ver parques
con bancos de florecitas de otoño,
sepias, secas, olvidadas, de papel.
Se desconstruye la historia,
Mi historia, todas las historias
Que nunca fueron realmente edificadas.
En pocas imágenes, cartas,
Cuentos inaudibles,
Remembranzas quebradizas,
Besos de la memoria,
perfiles desgajados, ojos muertos,
se quedaron los parajes de mi vida.