Buena suerte
Después de verse envuelto en cientos de naufragios donde salvó la vida milagrosamente: Jesús, el Salvavidas, se ahogó en un vaso de agua.
Relatos y Cuentos
Después de verse envuelto en cientos de naufragios donde salvó la vida milagrosamente: Jesús, el Salvavidas, se ahogó en un vaso de agua.
Somos, a veces, inquilinos de la misma infamia; de la misma histórica rabia que se desboca apresurada al arribo de la noche. Somos una prolongación de la pérdida que por destino se prolonga. No señor, no por favor, no estoy loco. No se alarme, solo quiero compartir con usted esta sensación de frustración incesante.
Les comparto el cuento ganador del concurso César Galeano, organizado por el centro Onelio Jorge Cardoso en La Habana, Cuba. El certamen convoca a los estudiantes egresados del taller de técnicas narrativas del mismo nombre
Ya adolescente, alguien le hizo escuchar unas grabaciones del canto de las ballenas. Le fascinaron esos ecos llenos de reverberaciones bajo el agua, y le inquietó que parecieran gemidos y susurros amorosos.
Tomado de A propósito de san Juan y otras miniaturas El capitán dio la orden. Levaron anclas sin dejar de mirar las cadenas chorreantes; largos trozos de algas lagrimeaban enredados en los eslabones. La tripulación tenía
Tomado de A propósito de san Juan y otras miniaturas Desde un principio tuvo la fama segura: toda vez que hollaba el redondel, y en especial cuando blandía el acero, emergían ante su vista alucinada
Recordaba haberla conocido como se descubre una obra maestra: un Botticelli de cabellera oscura, pavonado de conchas y colmado de persistencias marinas. Como suele sucederles a los hombres, se enamoró viéndola reaccionar ante las cosas
Poco a poco y despacito. El vidrio tiembla con rumores lejanos y ya ve usted. Los ojos cansados y un poco tristes escudriñan esa asamblea de imágenes que murmura del otro lado de la ventana,
Desde que llegué a este país supe que nos tocaría un gran terremoto. Vivía con el miedo invisible. Por eso me asustaba cada vez que temblaba lo más mínimo. Pasaron cuarenta años de aquél sismo
“Pitágoras es uno de los hombres más interesantes y desconcertantes de la historia.[1]” Nació en la isla griega de Samos, en el Mar Egeo, pero se trasladó a Crotona, en el sur de Italia. Se