Tomado de A propósito de san Juan y otras miniaturas
Desde un principio tuvo la fama segura: toda vez que hollaba el redondel, y en especial cuando blandía el acero, emergían ante su vista alucinada los marmóreos muros del infausto laberinto.
Tomado de A propósito de san Juan y otras miniaturas
Desde un principio tuvo la fama segura: toda vez que hollaba el redondel, y en especial cuando blandía el acero, emergían ante su vista alucinada los marmóreos muros del infausto laberinto.