“Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”.
Gandhi
Hablando del hielo, su estructura e importancia.
Presentación de la columna Ciencia: Mitos y Realidades
Llega desgarra córneas hiere párpados tose sin pudor en mis narices aletea en el borde de los labios rasca la espalda de mis dientes tiembla en la barbilla lame el cuello recorre el pecho con
Quiero que la noche se quede sin ojos Federico García Lorca Es lo que hago cada noche antes de dormir. Agua hipnotizante, espuma frágil, chocar de platos, uñas rotas, apatía, dolor de espalda, mente en
La siguiente Navidad, y las de otra década completa, se mantuvo la tradición de reunir a la familia. Toda ella. O sea, mi madre y yo en un país extraño, sin nadie más con quien compartir el mustio pollo. Cada año yo repetía la petición, inmutable en mi propósito. Mi madre ‒ojos en blanco‒ maldecía su vejiga.
Podría inventar ahora una historia, digna del mejor tango, para mover a la comprensión y la indulgencia hasta a los más estrictos moralistas. Pero eso sería una traición, una falacia, incluso una injusticia.
Benditos los que me acogen
sin importar lo que canto,
evitando que hacia el llanto
naveguen mis emociones.
Ya vendrán nuevas canciones
con la risa como manto.
Al despertar estaba convencida de que Tata le advertía, divida entre el espanto y la ternura: “los lobos también tienen que comer”.