Arráncame la vida, Ángeles Mastretta

«Arráncame la vida, con el último beso de amor, arráncala, toma mi corazón. Arráncame… y si acaso te hiere el dolor, ha de ser de no verme, porque al fin tus ojos me los llevo yo».

Con esa canción como antecedente, ¡cómo no leer con emoción esta novela! una obra que te pasea por el México de la liberación conservadora, de los matrimonios arreglados para toda la vida, el lujo, la miseria, la muerte, el asesinato; el México de la política dura y la mejor representación de su añejo y poderoso priismo, que se convertiría en insignia de un país y sus gobernantes. Y en medio de todo, la pasión.

Un día, sentada con un amigo en un café de la Condesa, me dijo: «tienes que leer Arráncame la vida»… e hizo para mí una breve sinopsis. Creo, si no recuerdo mal, que llegamos a la Mastretta desde la Isabel Allende; recién había leído yo la historia de cómo escribió sus primera novela: La casa de los espíritus. Sí, Mastretta tiene algo de esa narrativa latinoamericana que nombramos real maravilloso, pero al estilo mexicano, donde el lenguaje originario y común, muy distintivo en el continente (a pesar de ser el mismo), se vuelve protagonista de las vidas. Vidas ficticias, pero tan similares a las verdaderas que a veces me parecía estar leyendo un manual de historia bellamente contado.

La liberación de la mujer frente al dominio conyugal, o la aparente liberación, clausurada por el poder de los hombres, es tema principal, y se entremezcla, entra y sale, con el contexto de los años posrevolucionarios.

«Préstame ese libro, que como a otros mexicanos, aún no lo leo». Dije aquella noche a mi amigo que tuvo a bien darme a conocer la obra, pero no traérmela, por olvidadizo. Mas resulta que Cristy, otra querida amiga, ostenta una jubilosa biblioteca de clásicos, y me envenenó con la novela de Ángeles Mastretta, y otras que seguirán seguramente a esta reseña. A ella doy las gracias por su colaboración en mi formación literaria mexicana, y a la autora por hacerme pasar gratas horas en que dejé, sí, un poco de corazón pegado al espinazo de este país que comienzo a amar.

Ver original en:

http://letroactivos.com/arrancame-la-vida-angeles-mastretta/

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