Una tarde debía asistir al cumpleaños de un gran amigo, que se celebraría en el Blue Monk Jazz Bistro, un espacito increíble de jazz en Polanco. Llegué al metro y, como debía esperar por mi acompañante, decidí buscar una librería, lo cual fue menos sencillo de lo que parece, pues, además de que no abundan, estaba lloviendo.
Finalmente di con un letrero azul-blanco que decía: La Casa del Libro. De allí me llevé a Benedetti hasta un cafecito llamado Muget, en la esquina de Emerson y Newton (lo que más me gusta de Polanco son los nombres de las calles). Desde las primeras líneas de Primavera con una esquina rota sabía que me encantaría. Doy por sentado que hay autores, como Benedetti, con los que nunca hay prueba y error, sólo aciertos.
Cuando se es extranjero (como yo) se comprenden mejor los sentimientos del exilio, porque de alguna manera también estás exiliado: de tus raíces, de tus tradiciones, de tu gente, de tu música, de tu casi-todo.
¿El tema del libro? Replico una nota de contraportada que lo resume perfecto: «testimonio directo y dolorido de una sociedad escindida, fracturada por la represión y el autoritarismo, e intenta ser un puente entre dos regiones —el Uruguay bajo la dictadura y el Uruguay del exilio— que constituyen un solo y lacerado país».
La dictadura en su Uruguay natal, los acontecimiento políticos de los años setenta y sus horrores y el exilio son temas habituales en la prosa y poesía de Benedetti. Sin embargo, siempre es como un reencuentro nuevo con la historia y este gran hombre. Es una obra, además, contada con humor, con el increíble estremecimiento de aquellos hechos.
Sí, me encantó definitivamente y así mismo me dolió, como supe también que sucedería desde el cafecito de Emerson.
Esa tarde–noche fue genial. Estuve con un amigo a quien quiero mucho. Escuché por vez primera en vivo a Iraida Noriega (quien dedicó varias piezas especialmente a mi amigo). Compartí la mesa con Elena Poniatowska (aunque ella no supiera quién era yo ni que la citaría en estas líneas). Para colmo, me llevé a Benedetti en la bolsa y, otra vez, en el corazón.
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http://letroactivos.com/primavera-con-una-esquina-rota-mario-benedetti/