Siete modelos de mujer, en siete relatos, son el compendio de esta obra y de esta española que me trajo la alegría de una excelente obra, narración e historias.
Imposible que yo o cualquier mujer no se sienta identificada en sus relatos, especialmente el último: “La buena hija”, casi una novela breve, contada en diferentes épocas, y que, en la crítica real, rescata ese lugar que la historia y nuestros siglos han deparado a las féminas, sea lo que sea que ello signifique.
Lo sorprendente es que cada relato tiene una expresión profunda de muy diversas mujeres que llevan todas el nombre de Almudena Grandes, y hablan con una misma voz, pero en tonos y compases muy variados.
Hoy me enfrasco en Las tres bodas de Manolita (Episodios de una guerra interminable), que quién sabe por qué senderos me deje agotada.