Nelson Mandela cumplió 95 años en un hospital de Pretoria, en su país. A todo el mundo mantiene en vilo su salud, aunque sabemos que toda vida tiene fin, pero no toda obra de vida… La de Mandela es una de esas. Hoy les comparto una brevísima biografía de este hombre compilada en el texto Íconos del siglo XX y algo más.

El primer y más importante líder africano de todos los tiempos, quizás el único de renombre internacional en su continente. Fue durante 27 años el preso político más famoso del mundo, por estar condenado a cadena perpetua a causa de su lucha por la justicia, la igualdad y la paz, protagonizando la oposición tenaz al régimen del Apartheid. Causante de una de las más largas y recordadas campañas internacionales en función de su liberación, padeció las penurias del encierro, el trabajo forzado y la violación de los más elementales derechos del hombre, que le provocaron terribles daños de salud, aunque no de espíritu. En 1994, luego del penoso cautiverio, se convirtió en el primer presidente negro de la República de Sudáfrica y fue condecorado, además, con el Premio Nobel de la Paz, pues se convirtió en el paladín de las relaciones internacionales del marginado y hambriento continente.

INVICTUS

Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
agradezco a los dioses si existen,
por mi alma invicta.

En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he estremecido o lamentado en voz alta.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

Más allá de este lugar de ira y lágrimas
yace el horror de la sombra,
aún así la amenaza de los años
me encuentra y me encontrará, sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
Soy el amo de mi destino;
Soy el capitán de mi alma.

El poema INVICTUS es de la autoría del inglés William Ernest Henley (1849–1903). Escrito en 1875 y publicado por vez primera en 1881. A los 12 años Henley fue víctima de una enfermedad que obligó a la amputación de una de sus piernas por debajo de la rodilla. Aun así, en 1867 ingresó a la Universidad de Oxford y 8 años después escribía estos versos desde una cama de hospital. Murió a los 53 años.

Durante sus años de cárcel, Nelson Mandela conservó este poema escrito en un papel. Lo ayudaría a sobrellevar los años terribles de encierro. La película de Clint Eastwood lleva este nombre por título justo por ese detalle. En el film, Mandela le escribe las líneas de INVICTUS al capitán del equipo de la selección surafricana, en su pretensión de ganar la Copa del Mundo de Rugby, en 1995, y con ello contribuir a la reunificación de su país, lo que en buena medida logró.

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