GORE VIDAL, ESCRITOR Y ASPIRANTE A PRESIDENTE

Murió este martes a los 86 años de edad

Todos los años mueren miles de personas que no tenemos idea de quiénes son, pero cuando muere un gran artista, aunque no lo conozcamos, siempre sentimos un breve impacto dentro, brevedad que dura según lo que ha dejado esa persona en nuestras vidas.

Cuando supe que el escritor mexicano Carlos Fuentes había fallecido, sentí una tristeza extraña. Hace apenas unos meses tuve la oportunidad de conocerlo en una firma de libros en la librería Gandhi de Miguel Ángel de Quevedo, era diciembre de 2011. Había comenzado una hora antes de lo previsto, sobre las 6 de la tarde, ante cientos de lectores y admiradores que impacientes ansiaban estrechar su mano, sacarse una foto junto a él y quizás, ofrecer agradecimiento por las buenas páginas leídas. Llegué con equipo de televisión a cuestas, incluido camarógrafo. En las dos horas en que lo vi firmar y ofrecer de pie sonrisas a todos, solo conseguí sacarle esta foto desde mi celular, el material televisivo ya debe haberse perdido en aquel medio sin archivos a futuro.

Confieso que antes de que terminara la primera hora de espera me senté en el suelo, agotada, y hojeé su libro que, como parte de la prensa concurrente, me regalaron: era un ensayo sobre   “La gran novela latinoamericana”. Obra que, debo decir, luego regalé a mi padre cuando lo visité en Cuba: quería sorprenderlo con algo que a mí me había sorprendido. Después de la larga espera en que los periodistas buscaban declaraciones del escritor sobre el equívoco que el candidato presidencial, Enrique Peña Nieto (hoy virtual presidente de México) cometiera unos días antes en la Feria del Libro de Guadalajara, por fin nos regaló unos pocos minutos que fueron, finalmente, más de lo acordado . La fila de aficionados se hizo aparte y nos cedió ese tiempo que recordaré siempre. Lo que dijo o no dijo es tan trascendente como intrascendente, tan coyuntural como eterno. Sarcástico y de excelente humor, inteligentemente agudo, no ocultó sus temores sobre el futuro de la política mexicana.

Vea: El desliz de Enrique Peña Nieto en la FIL 2011 http://www.youtube.com/watch?v=AsNRQM_qzbw

Salí de aquella librería feliz porque había estrechado su mano y lo había conocido por los breves instantes que la profesión me permitió. Parecía suficiente. Tenía que llegar a mi redacción, estaba segura de que volvería a tener otras oportunidades. Unos pocos meses después yo ya no era parte del staff de aquel canal de tv, su ensayo latinoamericano llegaba a mi padre que aún se deleita con su lectura, y Carlos Fuentes dejaba los parajes terrenales.

Poco tiempo más tarde de esta triste noticia y a varios meses de ocurrida la anécdota que les comparto, recibí otro impacto. Alguien a quien no recordaba desde hace muchos años, pero que estaba en mi cabeza desde que mi padre, siendo aún muy niña, me diera a leer Crónicas Marcianas, había muerto también. Yo calculo que me alzaba con no más de 12 años cuando devoré sus Crónicas y todos los libros de Ray Bradbury que encontré desperdigados en los altos e interminables libreros de mi casita de Regla, en La Habana. Entonces, ya me parecía fantástico. Pasados los años, ha sido uno de los grandes inspiradores cuando alguna vez logré sacar unas líneas de mis despojados sueños de cuentista.

Vea Ray Bradbury, señor ilustrado: https://a4manos.aquitania-xxi.com/la-letra-del-escriba/2012/07/bradbury-senor-ilustrado/

Lidiar con la muerte no es asunto sencillo, yo daría algún pedazo (no tan importante) de mi, porque poetas como Borges, como Benedetti, como tantos, no hubieran muerto. El egoísmo me consume cuando se trata de nuevos textos que sé, ya nunca llegarán, ni a mis manos ni a mi lector corazón.

Hoy, la primera noticia que encuentro al llegar a la revista, es el fallecimiento de otro escritor americano. Escritor, dramaturgo, político y controvertido crítico y comentarista, Gore Vidal. A Vidal no lo conocí una tarde noche de invierno mexicana, ni lo leí en mis primeros pasos importantes en el mundo de la literatura, pero como bien dicen, es de esos hombres que conoces, aun cuando no lo hubieras leído nunca.

La prensa anuncia que dejó este mundo el martes 31 de julio, que tenía 86 años, que padecía una neumonía complicada, que estaba solo en casa y llevaba mucho tiempo enfermo. La prensa advierte además que se trata de uno de los grandes genios o ingenios poco modestos de la historia moderna.

BBC Mundo, para homenajearlo, ostenta en primera plana un texto basado en algunas de las frases más irreverentes de este gran hombre americano.

  • “No es suficiente tener éxito. Otros deben fallar”.
  • “Tener estilo es saber quién eres, qué quieres decir, y no importarte nada un diablo”.
  • “Un narcisista es alguien que se ve mejor de lo que tú te ves”.
  • “Cada vez que un amigo tiene éxito, me muero un poco”.
  • “Una buena obra nunca queda sin castigo”.
  • “Las cuatro palabras más bellas de nuestro lenguaje: yo te lo dije”.
  • “Se supone que la democracia te da la impresión de que tienes opción, como entre analgésico X y analgésico Y. Pero los dos son sólo aspirina”.
  • “Cada cuatro años, la mitad de ingenuos que votan son animados a creer que si podemos elegir a un muy buen hombre o una muy buena mujer como presidente todo estará bien. Pero no lo estará”.
  • “Cincuenta por ciento de la gente no vota, y cincuenta por ciento no lee los periódicos. Espero que sea el mismo cincuenta por ciento”.
  • “Estados Unidos fue fundado por la gente más brillante del país. Y no la hemos visto desde entonces”.
  • “Cualquier estadounidense que esté dispuesto a competir por la presidencia debería, por definición, ser descalificado automáticamente para siempre”.
  • “La envidia es el factor central de la vida estadounidense”.
  • “El Partido Republicano no es un partido, es un estado de ánimo, como la Juventud Hitleriana, basada en el odio”.
  • “El problema es la provocación incesante a la que recurre Estados Unidos; en general, por pura ignorancia”. (Sobre la guerra Irak).
  • “Mientras más dinero acumula Estados Unidos, menos interesante se vuelve”.
  • “Con el progreso de la era de la televisión, los Reagan serán la regla, no la excepción. Ser perfecto para televisión es todo lo que un presidente tiene que ser estos días”.
  • “La única cosa que siempre he querido hacer en mi vida es ser presidente”.
  • “No hay problema humano que no pueda resolverse si la gente simplemente hace lo que yo les recomiendo”.
  • “Nunca pierdo ninguna oportunidad de tener relaciones sexuales o aparecer en televisión”.

Vea: 20 frases irreverentes del crítico mordaz de Estados Unidos: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/08/120801_gore_vidal_yv.shtml

 

 

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