10 años de A4manos son ya muchas manos

Durante 2021, A4manos, el que comenzara como un blog familiar, cumplió diez años. Nunca estuve diez años seguidos en ningún proyecto, por lo que la década tiene sus méritos. Sin embargo, lo que pasó con este espacio merece ser contado, merece que los más de cuarenta autores del mundo que aquí han publicado lo sepan, merece que lo celebremos en grande.

A principios de 2011, cuando yo todavía gateaba por los laberintos de la emigración, mi padre, el poeta Félix Guerra y yo planeamos un sueño literario donde nadie nos dijera lo que era adecuado o no publicar. Ya habíamos hecho juntos Ecodilemas, una columna de temática ecologista que con los años parió el libro de divulgación científica: Monte y ciervo herido, publicado en La Habana en 2010. Nuestro primer proyecto a 4 manos. Ya habíamos hecho Ecoperiodismo, un sitio virtual que naturalmente dio paso a lo que luego sería el blog de la familia Guerra, y casi sin darnos cuenta, adquirió el espesor de las revistas literarias.

Poetas y escritores de toda Hispanoamérica me enviaban sus narraciones y poemas para publicarlos en A4manos. Algunos, que nos querían tanto, ponían nuestra liga en sus currículos. Cierto que allí viven valiosas obras que hoy son también patrimonio literario de nuestro tiempo.

Cuando comencé a impartir talleres de desarrollo de obra, A4manos se convirtió además en un sitio de estímulo para los nuevos escritores, cuyos textos no llegaban a miles de seguidores, pero un público de nicho, leal, garantizaba su lectura, principio y fin de cualquier escritor. Algunos de los entonces escritores nuevos hoy tienen libros publicados, y son reconocidos en muchos otros espacios virtuales e impresos de enorme prestigio.

Como ya he contado en más de una ocasión, a finales de 2020 Annia Galano y yo empezamos a andar una montaña gigantesca. Su cumbre se aleja cada vez más de nuestros ojos. En el ascenso, lento pero imparable, creamos Editorial Aquitania Siglo XXI y varios proyectos culturales asociados a este. A mediados de este año que termina, nos planteamos qué hacer con A4manos, cómo íbamos a celebrarlo. El sitio seguía manteniendo un formato de blog, obsoleto y de difícil navegación, aunque con un valioso archivo de dos lustros de escritura. Fue su idea rediseñarlo, y también su obra maestra.

Este año, cuando mi padre partió hacia sus másallases, me di cuenta de que A4manos seguía siendo A4manos, porque las de Annia habían sustituido a las ausentes del poeta. Aquí está, amigos y escritores, un nuevo y divino A4manos, diez años después, con la consistente huella que han dejado cientos de otras manos creadoras. Migramos a este nuevo espacio digital y con el mismo principio, hoy lo brindamos a ustedes.

Gabriela Guerra Rey, diciembre 2021.