Se acaba el mundo y nosotros afeitándonos, de Luis Benítez

Por Susana Santos (*)

El imaginario apocalíptico del fin del mundo, con fortísimas resonancias de la literatura catastrófica e histórica milenaristas, se anuncia primero, para desbaratase después, en el título Se acaba el mundo y nosotros afeitándonos, recientemente publicado por el sello argentino Palabrava.

Se acaba el mundo y nosotros afeitándonos (1).  Un aviso, una advertencia del fin de los tiempos; el lector ansioso se sumerge en las páginas: debe saber cuándo, cómo y dónde.

“Para vivir a pleno de los últimos minutos de la tierra”, el primero de los ocho cuentos que componen el libro, nos augura una respuesta. Ahí vamos. Un periódico de Tegucigalpa publicó la noticia sin mayor realce, sin ningún artilugio sensacionalista. Que no impidió la reproducción y circulación de lo que bien pudo ser un chiste: la ignota universidad de Cold Cream, con estudiada ambigüedad, ha avisado que la presencia “de un meteorito, cuyo tamaño oscila desde el de un cucurucho de chocolate al de la masa del Pacífico, puede impactar el planeta”. 

El contenido engañoso de la noticia logra difundirse sin que ninguno de los centros del poder geopolítico devele la impostura sino que, por el contrario, manipule a su favor el peligro. ¡Alivio!  Se trata de una distopía, prevista para el 2041 “que tenderá a prolongarse hasta nuevo aviso o hasta que suceda otra cosa”.

La probabilística enunciada “hasta que suceda otra cosa”, es profecía cumplida: lo que realmente sucede, precisamente, es el cuento “Para vivir a pleno de los últimos minutos de la tierra” seguido con igual maestría de composición por los otros siete restantes.  En su entero conjunto, se trata de la recreación de una realidad. 

Con mayor detalle, la problemática de una realidad jalonada en la sucesión de las tramas individuales que se desarrollan en cada cuento, las que sugieren repentina desilusión, crisis psicológica, y etcéteras.  Sin embargo, la presentación de los episodios extravagantes como incidentes narrados sin interpretación de orden moral o social logra una ajustada articulación en la perspectiva irónica del narrador, debido a que todos los incidentes son actuados, hechos y dichos por los personajes.  Si a primera vista parecieran cómicos o humorísticos en verdad son irónicos.

Los personajes acuden al realismo de un modo concreto y veraz pero las acciones que emprenden cuando se enfrentan de manera repentina con imprevistos produce un efecto raro por desopilante. Simultáneamente, la presentación de un cotidiano disruptivo en diversos grados es colorida: un barrio céntrico cualquiera innominado, la vetusta casa donde funciona la institución académica, locales clandestinos, un desierto que no es un desierto y sucesivos paisajes.

El secuestro de Perelman, en“Como casi, casi escribí las Memorias del Magnífico Regente, Señor del Reino”, un día cualquiera cuando se disponía a limpiar la casilla de mensajes. Después de una vertiginosa serie de peripecias, Perelman salva su vida, sin botín y sin escribir las memorias del Magnífico Regente, pero sí las propias vividas gracias al incidente.

La confusióny el equívoco por partida doble, en “Lo último de lo último en las artes plásticas”, son actuados por el narrador que busca el negocio Añejos embutidos y cree encontrarlo en el espurio local Martínez Canaya Marchand Contemporáneo. A su vez, el dueño canalla lo confunde con un entendido en arte, lo identifica como Jean Luc a quien atribuye el suficiente mérito de certificar el valor de las obras plásticas que se preparan para el FePiEsMa (Festival Internacional de Pintura, Escultura y Mamarracho libre).

“Para aplastar el feminismo”, Anabela, Leticia y la narradora, tres antifeministas en la clandestinidad, que bajo consignas tales “Sometidas siempre”, “La mujer en la cama y la cocina”, buscan revertir el progresismo “que parece perdido” por la interesada propaganda de los sectores más disolventes. Si a primera vista puede parecer que se trata de un texto antifeminista; las consignas deliberadamente exageradas, la serie de acciones rocambolescas (reuniones en la casa de la tía entre colecciones de caracoles, acciones en la universidad, experiencia en la fábrica de enlatado de pescado, el voluntario aislamiento en un campamento fuera de la ciudad) caracterizan en su envés más que una temática antifeminista, la temática de la igualdad. Los dos polos de todo reclamo afirman al unísono la desigualdad de género.

“Mi primer y último discurso antes de ingresar a la Academia” y “Cómo triunfar en el mundo de las letras y todo eso”, dos ocasiones de triunfo y de total fracaso.  El ingreso a la Academia es inesperado. A punto de ser desalojado, dejado por “su media naranja” y despedido después de nueve días de trabajar como corrector en Mugre Ediciones, ocurre la venturosa noticia. Un llamado telefónico da vuelta la taba. La Academia Nacional de Letras, Oraciones Cortas y Largas, Paréntesis y Afines (ANLOCyLPA) le comunica Rudy “Dedos Sucios” Spacarotella, miembro de número de la ANLOCyLPA, que ha sido admitido como miembro de la misma. Deberá asistir esa misma noche a la sede y tener listo el discurso de aceptación del grado académico. Una burla ácida, no exenta de simpatía, con la solución lograda: el escritor devenido en nuevo miembro decide descerrajarse varios martinis dobles.

La búsqueda de un premio es intencional. ¿Hasta dónde se puede llegar para conseguirlo? “Hacer trampa por todos los medios posibles”: Una parte escogida de 64 inéditos con título cambiado a un único libro de poemas Deseo viajar en ómnibus solo de pie, compilación de “ensayos, recetas de cocina y piezas de narrativa breve” con el manifiesto que “es marca de agua de la poesía contemporánea más de avanzada”, bajo los seudónimos copiados de los listados de caballos de cualquier hipódromo. El competidor resulta ganador, sin embargo no alcanzará el premio.

La aparición de una peste global de seborrea ulcerante inmediatamente posterior a la de colitis persistente “que había ocasionado 90 millones de muertos en unas pocas semanas”, según detalle de la Organización Mundial para la Buena Salud y la Alegría de Vivir, obliga a volver a los refugios subterráneos “cavados a toda prisa ahí donde pudimos”, que fue la última estrategia empleada  para asegurar una  sobrevivencia puesta a prueba por causas de las que el lector del último cuento:  “Zombis, corridas y sonrisas a granel”, no tardará en enterarse.  El absurdo de las situaciones siguientes, cercanas a una farsa, se proyecta como algo posible y hasta necesario. Una farsa para que el mundo no termine. Y todo giro hacia la tragedia queda salvado: como todos son personajes de farsa no entran en verdadero conflicto. Entre ellos no existe otra vinculación que el juego del humor que establece el narrador.

Común a todos los relatos cuyo sostén narrativo descansa en una estrategia irónica: una fingida aceptación de la contradicción o el absurdo. De manera ligera que rehúye el dogmatismo multiplica las visiones de aquello que acontece. No se trata de un discurso alternativo, sino que volatiliza los problemas desde la perspectiva humorística. De esta manera el humor es fuerte eslabón entre el narrador Luis Benítez (2) y su lenguaje, y como ya sabemos el humor es cosa seria.  Y cubre el afecto, no desprovisto de cinismo, del autor hacia los personajes por él recreados.

Referencias

(*)Susana Santos. Crítica e investigadora en el ámbito de la Literatura Latinoamericana. Doctora en Letras por la Universidad de Buenos Aires, estuvo a cargo de la Cátedra “Problemas de Literatura Latinoamericana” en la Facultad de Filosofía y Letras, así como los seminarios correspondientes de la especialidad. Fue también profesora de la Cátedra “Literatura Latinoamericana I” en la Universidad Nacional de San Martín (Argentina). Desde Homenaje a Pablo de Rokha (1995) hasta Rubén Darío en la Biblioteca Nacional de Borges (2016), ha publicado numerosos libros y ensayos en diversas colecciones y revistas argentinas e internacionales.

(1)Editorial Palabrava, ISBN 978-987-4156-65-5, 114 pp., Santa Fe, Provincia de Santa Fe, Argentina, 2023. https://www.editorialpalabrava.com.ar/

(2)El poeta, narrador y ensayista literario Luis Benítez nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1956. Ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales por su obra literaria. Sus 42 libros de poesía, ensayo y narrativa han sido publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay. Es una de las voces de la poesía argentina actual de mayor reconocimiento internacional. Colabora como crítico de poesía y narrativa en diversos medios electrónicos de América y Europa.

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