Ilustración: Félix Guerra

La preocupación crece.
Las membresías masculinas se estremecen.
La cresta de la ola de la mujer en el siglo XXI,
¿hacia dónde se empina, en qué límites
frenará su agridulce avidez de llegar
a cualquier costa, es decir, a qué remotas márgenes de inesperados mundos?

Vean currículo más reciente: guerrilleras, maestras, profesoras, masteres, doctoras, generalas, primeras secretarias, viceministras, ministras, presidentas, cosmonautas, reinas de rock y
del pop, estrellas cegadoras del cine, premios Nobel, Casiguayas y Juanas de Arco, Madres Teresas de Calcuta, apóstoles, mártires de sus ideas generales en campaña.
Crece la nómina continuamente con un listado
de nuevas invenciones,
para abrumar machos: judokas, boxeadoras, levantadoras
de pesas, futbolistas, beisbolistas, voleibolistas del siglo XXI, buzos e inmersionistas, policías, martillistas, jabalinistas, saltadoras de pértiga, salto largo, triple salto, hacterofilistas. Etcétera. Leñadoras. Etcétera. Carpinteras y albañiles, Etcétera.

Nado sincronizado es imperio de femenino. Y alumbramiento
del bebé su monopolio. Sus orgasmos espectaculares un reino,
la ¡criatura 9 meses bajo su control!, dolores, el parto, grandioso pujar, incomparable gestión, se hace luz en cada parto,

y las renovadoras generaciones mantienen vigencias
con esas potestades suyas: bicoca colosal, trascendente tarea
del huequito mágico suyo que estremece varios universos.

Y nada más ellas tienen tetas, cuando
sin tetas no hay paraíso. Nada entonces, sin ellas,
para la pareja o la descendencia macho. ¿Eh,
qué decir de ese numerito estético, sensualista, conscupicente, positivista, gozador, carnal, níveo y oscuro, jugoso, lácteo, alimentario, provisto de tierna maleza?

Utilizando magnavoz pluricontinental, humanidad pregunta a coro:
¿Cuándo una mujer será Papa o Secretario General de la ONU? ¿Y mariscal en combate por la Paz?

¿Para ser Papa deben implosionar otras barreras? ¿Y cuantiosos dogmas, muros famélicos, o fálicos? En fin, qué prejuicio o reducción a dogmas?

¿Para Secretaria General habría que esperar?
¿Por los fogonazos de las extinciones y guerras que llevarían
a la cota máxima la vocación suicida de la humanidad?

¿En que si no probamos con las féminas sería el inicio jurásico
del periodo catastrófico de las postrimerías?

¿En que si no utilizamos la variante de las damas, sería el fin
de los dramas?
Apuesto por las damas y las poderosas reinas del ajedrez.

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