Ilustración: Félix Guerra
La gota gotea
del caño. El caño
es un salidero
de gotas. Gotas
pegan contra la piedra debajo del caño
y forman una sutil algarabía
que no deja conciliar
el sueño ni disfrutar calmoso la vigilia.
No sé por qué,
pero entre los dos prefiero guardar rencor al caño,
aun cuando es la gota
la que cae y cae y
cae. Debe ser
por el metal del caño
y debe ser
por la transparencia
de las gotas.