Sobrevivir es más que un acto de fe

Es un ejercicio físico.

 

Me duele verte así desconocida

Prisionera de ese yo que te inventaste

Me duele poner mi mano en tu hombro

Y recordar que eres tú mi vida

Esa vida que me diste

Y que aún no te compenso.

Me asusta escucharte

Hablando sola

Como quien no quiere descubrirse

Llorar otra jornada y huir como un niño de las pastillas.

Me duelen tus ojos en los míos

Tu cuerpo desplomado en el mío

Hasta esas velas que encendiste para derretir la fe

Yo sé por dónde tus oscuridades

por dónde tus silencio más profundos

Yo te comprendo madre

Te comprendo

Pero no me vuelvas a decir

Ni se te ocurra

Que lo único que quieres

Es morirte.

Subscribe
Notificación de

0 Comentarios
Antiguos
Nuevos Mas votados
Retroalimentación en línea
Ver todos los comentarios