(Tomado del libro: El otro Damian, cortesía del autor)*
escucha llegar la madrugada
como se escucha esa llave del baño descompuesta
que no deja de llorar
La madrugada entra
lo mismo que la mirada por el ojo de la cerradura
Lo ve como una causa perdida,
una alimaña acorralada, a contrapelo del sueño,
a merced de sus garras
Lo sorprende adolorido
esperándola/soñando huir de ella
El llanto lo despierta sin percatarse
El barro del amanecer no lo deja respirar
Se imagina la estática del televisor
aún suspendida en el cuarto,
las voces de fondo
de una multitud en silencio,
el vestigio de unos perros que ladran,
apagándose
conforme se apaga también la oscuridad
Ahí
en esa trinchera, cansado,
bulímico de sueño,
ahora que tarde o temprano es de día
(El deseo es una gotera en la cabeza,
que no se repara y lo inunda todo
El remordimiento es un coyote,
una ciudad que no duerme
El amanecer, un timbre
que no puede retractarse de sonar)
***
Pensalo bien, así es la vida:
No importa cuánto apretés los ojos para dormirte
y te escondás bajo las sábanas,
las manos de la realidad
igual te jalarán los pies
al llegar la madrugada
* Rodrigo Zúñiga nació en Pococí (Limón, Costa Rica) en 1982. Es escritor, psicólogo y estudió Enseñanza del Inglés en la Universidad de Costa Rica. Perteneció al Taller Literario Poiesis de 2009 al 2014. En el 2013, su poemario Souvenirs y noticias de amor obtuvo el primer lugar en el Certamen Literario Brunca en su XXX Edición en el género de Poesía (UNA). Ha publicado dos poemarios: Deshojar el reloj (EUNED, 2013) y El otro Damián (EUNED, 2016).