CAUSAS Y EFECTOS: ESPECTROS QUE CONFUNDEN

 Mirar y ver con calidad y precisión: trascendente responsabilidad actual.  

Observaciones críticas por la justicia social, la democracia y el Socialismo en Cuba.

Todo cuenta y vale cuando se trata de economía y política. Cualquier acción tiene consecuencias inevitables a corto y largo plazo. Estado y gobierno, como narra la literatura, tiene espejos en las calles de la realidad social, de hoy y siempre. Las secuelas invariablemente se aprecian de mil maneras en reflejos y los tantos y complejos acontecimientos cotidianos.

Lo que parecen causas, muchas veces son efecto. Si se confunden uno con otros, los análisis serán frecuentemente erróneos. Y generarán por lógica conceptos y adopción de medida equivocadas. Errores y culpas que se escarban en un extremo posiblemente se encuentran en puntos cardinales muy diferentes y opuestos.

Tales análisis trascedentes, algunas de las mayores y verdaderas responsabilidades de Estado y gobierno, si lo son en las dimensiones no solo esperadas sino además soñadas, ante el pueblo de ahora y las páginas de la historia.

La relación que sigue recoge, según creo, antecedentes del pasado inmediato y sus consecuencias múltiples en los acontecimientos de la actualidad.

1  Propiedad estatal como proyecto absolutamente mayoritario, permanente y dominante. Que no concuerda con textos clásicos del socialismo y choca con análisis contemporáneos. Sí coincide con el socialismo que fracasó masivamente en Europa, que tenían como sostén principal la propiedad monopólica del Estado sobre industria, agricultura, arte y cultura, ciencias, riquezas acumuladas y recursos humanos y naturales de la Nación.

En este apartado, la izquierda latinoamericana y mundial necesita URGENTE hacer repaso de lo ocurrido. La legítima propiedad social devolvería vigor a las ideas del Socialismo, constituiría una herramienta formidable de acicate, lucha y defensa de las conquistas. Ofrecería además al género humano la oportunidad de una nueva y mayor profundización en el desarrollo espiritual, artístico y científico, así como cualitativas libertades y democracia social.

La propiedad, socialista, al fin en manos de personas y trabajadores creadores y productivos de todas las esferas y ramas sociales, cerraría un ciclo de explotación que se inicia con la esclavitud, sigue con el feudalismo y debiera cerrarse con el capitalismo.

2   Réplica estructural, desde muy temprano, del modelo soviético en política, economía e ideología. Homologación casi al dedillo y trasplante de moral, ética y estéticas bien ajenas y diferentes a paradigmas e idiosincrasias vigentes. Se importó al país “moral socialista”, “realismo socialista” y se trajo de vuelta a los “generales”. Se generó además un estilo “bolo” en la producción de artículos, servicios y tratos a la población. Sin contar la ilusión del Comunismo científico y el terrífico Ateísmo científico.

3 Fusión de poderes. Estado, gobierno, partido, parlamento, poder judicial, sindicato y organizaciones de masas, instituciones culturales y científicas, en un solo haz. Individuo y ciudadano quedan en desamparo, en espera de la clemencia y generosidad de la burocracia.

4  Partido y pensamiento únicos. Monopolios de ideas, pensamientos ideológicos y filosóficos, que reducen paulatinamente esferas de la democracia y disminuyen el papel de ciudadanos, individuos, grupos y colectivos, crean espíritu de triunfalismo y unanimidad. Anatemiza las discrepancias. Imponen la visión de un solo ojo.

5  Proliferación de estructuras de control social. Síndrome de Plaza sitiada.                                              

6  Restricciones a libertades y derechos civiles, laborales y políticos.

7  Sistema salarial rígido y paralizado durante años, con importantes alzas periódicas del costo de la vida y depresión constante del valor adquisitivo de la moneda. Actúa como exprimidor que desarticula resortes sociales, invierte pirámide social, destruye valores éticos y deja prácticamente sin alternativas financieras legítimas al ciudadano. Olvidos de leyes económicas y de sobrevivencia se convierten en autoestocadas.

8  Uso constante y combinado, como hábito de gobierno, de secretismos, paternalismos, verticalismos, voluntarismos, autoritarismos. Política que consecuentemente aleja diálogos, intercambios, debate abierto y democrático, y alejamiento de las bases. En tanto formaliza las relaciones con las instancias administrativas provinciales y municipales. Finalmente, así, toda orientación “baja de arriba”. Finalmente, así, languidece el célebre “contacto con las masas.”

9  Prensa subordinada al Estado-Partido y control absoluto de Internet. Flujo de información, investigación y análisis disminuye drásticamente en cualquier sentido y se vacía de contenidos. Medios reducen su función a la distribución de consignas, repetición de antiguas y actualizadas retóricas y mecanicismos, que sustituyen imaginación, creatividad y pensamiento crítico.

10 Ausencia de crítica real, razonada, opinada libremente y recogida de forma mediática. Mecanismos indispensables para evitar adocenamientos de las ideas y obsolescencias técnicas y conceptuales.

11 Ausencia de diálogo ramal especializado, sostenido y democrático en las diferentes instancias: educación, medicina, salud, deportes, artes y ciencia, industria, agricultura, producción, economía.            

12 Ausencia de sistema electoral que permita la elección directa de los gobernantes a todas las instancias: municipal, provincial y nacional.

14 Ausencia de participación popular efectiva, decisoria y constitucional en los principales proyectos nacionales de desarrollo económico.

13 Vida espiritual, política e ideológica de la nación restringidas a consignas, proliferación de efemérides (en sustitución de las arengas por el futuro), sucesos marcados, repetición del discurso y saturación obsesiva de los medios.

15 Priorizar pertenencia a partido y organizaciones políticas, como razón primordial para la promoción social del individuo, por encima de experiencia, calificación técnica y profesional, prestigio social, vocación, talento, aptitud e inteligencia demostrados.

16 Aspirar oficial y mediáticamente a la incondicionalidad de personas, individuos y ciudadanos, así como de estudiantes, profesionales, artistas y deportistas.

17 Ausencia de planes definidos, económica y científicamente calculados, a largo plazo y sometidos a escrutinios periódicos, como parte de análisis transparentes y planes de desarrollo multisectorialmente fundamentados, debatidos, divulgados y establecidos.

18 No reencuentros periódicos de la Nación en foros de participación democráticos y con la presencia de la totalidad de corrientes posibles de pensamiento vigentes en el País.

19 Escasa preocupación sobre promesas y metas y momento en que se cumplen, no se cumplen o se olvidan definitivamente. O se sustituyen por otras que corren igual suerte.

20 No tener presentes, en la mente y el corazón, que el fin no justifica los medios.                               

SOCIEDAD, NACION Y SISTEMA vigentes no soportan tales cargas sin grandes menoscabos y asfixias. Las consecuencias en el mediano y largo plazos son:

1   Improductividad social.

2   Pérdidas de creatividad y competitividad.

3   Desideologización y despolitización.

4   Pérdidas de autoridad familiar, docentes y de las estructurales sociales del Estado en particular y en su conjunto.

5   Pérdidas múltiples de valores sociales, culturales y patrios.

6   Pérdidas de legitimidad institucional, jurídica y constitucional.

7   Pérdidas constantes de credibilidad y confianza.

8   Pérdidas de nuevos actores y talentos naturales y/o sociales emergentes.

9   No renovación de valores éticos, estéticos, nacionales, patrimoniales, acarreados normalmente por las nuevas generaciones.

10 Importantes deformaciones y graves pérdidas generacionales.

11 Pérdidas del sentido de pertenencia y de identidad.

12 Incrementos constantes de marginalidad e indisciplina social.

13 Burocratización creciente. Adquisición de nuevos poderes por parte de las burocracias.

14 Corrupción de las estructuras civiles, policiacas, gubernamentales y estatales.

15 Cancelación de horizontes y expectativas de futuro.

16 Desencanto, indiferencia e incredulidad.

17 Emigración.

18 Anarquía administrativa. Ingobernabilidad. Síntomas de colapso.

19 Pérdida de prestigio de las palabras Revolución y Socialismo.

20 Daños a la izquierda continental y las utopías mundiales.

 

POEMAS DE LA SANGRE COTIDIANA.

Agosto de 2013. Adiciones en septiembre de 2014.

CIUDAD DE LA HABANA. CUBA.

 

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Guest
Elder
November 4, 2014 3:50 am

Dificil agregar algo mas a cada palabra de Felo. Pero cada catarsis sobre el socialismo cubano, que muchos han descrito como un tragicómico “sociolismo”, resulta imprescindible para cubanos incansables que quieren lo mejor para la patria (lenta y aplastante) esten donde esten. Sin embargo, a Cuba el socialismo llego jorobado, con dolor en su columna y ciegamente pragmatico. A aquellos que, supuestamente, elegimos para gobernar y no tienne luz propia para pensar por si mismos, no hacen mas que alimentar un cancer sistemico que tiene como dulce veneno el no asimilar y asumir la verdadera critica, esa que nutre y cura las heridas hondas de la nacion para construir el verdadero hombre nuevo.
“En defensa de la patria todo es lícito menos dejarla perecer” JM