CARTA A MIS HIJOS. Respuesta a preguntas. DE CUBA Y EL CUBANO DÍA A DÍA.

Con respecto a los asuntos preguntados, respondo: No pertenezco a ninguna organización y mi ánimo es no pertenecer a ninguna.

Eso, aún si mañana hay otros partidos, o el que existe se reforma en esencias, hasta que en sus fundamentos proclame autonomía y libertad gradual y plena de ciudadanos e individuos, dentro de un socialismo no estatista, que satisfaga a Pueblo, País y Nación. E incluya toda la libertad que necesita el país hoy para salir de atolladeros y desvíos e implementar rectificaciones, conciliaciones, reconstrucciones y construcción de infraestructuras imprescindibles. Así como una política que por necesidad se encamine al desarrollo económico, aunque con vocación de propiedad social genuina, independencia soberanía, solidaridad, democracia.

La decisión de no pertenecer a organizaciones es, en parte, mi desconfianza en las supuestas vanguardias y en general por los partidos políticos, la política y los líderes de cabecera. También porque por fortuna las vanguardias reales, se crean y recrean fugazmente a sí mismas, continuamente desde inventores o descubridores de fuego, hasta artistas o científicos o filósofos que dejan una eventual cicatriz en el rostro del Mundo.

En la Revolución francesas y la Comuna de París hubo vanguardia, creo yo. En la Revolución bolchevique de l917 en Rusia, hubo vanguardia ideológica, pero en menos de un lustro devino en un perverso mecanismo político que desvió a la URSS por los peores caminos, para fatalidad de aquellos pueblos bajo zarismo prolongado. Y para desgracia de las utopías socialistas.

Mi criterio más serio acerca de las vanguardias, creo, lo dejo por escrito en Oda a las Vanguardias, publicado en el SPD 199, de marzo o abril de 2016. Los partidos o grupos que fueron eso que denominan vanguardias políticas, son relámpagos que se apagan rápidamente en cielo terrenal. Luego pueden derivar hasta en burocracias muy corruptas, absolutistas, totalitaristas, porque siempre el Poder vitalicio corrompe de una u otra forma.

Son forma de avance embozados, con disfraces múltiples de la realidad histórica. Evolucionamos para adaptarnos y sobrevivir. Adaptación se presenta con muchas formalidades y devaneos, avances y retrocesos, secretamente quizás para evitar caudillos, profetas o mesías (aunque no lo logra). Y para preservar sorpresas y alentar de nuevo a los supuestamente fracasados. O desestimular rutinas y dogmas (aunque no lo logra).

Soy poeta. Poeta y pretensión de ser. Con ideologización y pensamientos científicos, humanistas y socialista, que desean ser contemporáneos. Es suficiente en vida.

Esa gaceta, SPD (siglas de Socialismo Participativo y Democrático), que reciben a veces, es un boletín on line, pobre en recursos, que sale cuando puede y que compilan otros compañeros de forma casi anónima. En estrechez económicas y dificultades técnicas. Somos entre 4 y 18 o 27 gatos. A veces hasta un centenar o más. Depende de fechas y época del año.

Publico igualmente en otros medios digitales prestigiosos (Compendio, Observatorio Crítico (también pobres y esporádicos y editado por casi desconocidos, en precarias situaciones), Por Esto, A4MANOS, de Cuba y el mundo, incluido México, e incluso Europa, donde igual izquierda crítica y nuevas izquierdas, se apartan de modelos viciados y retóricas en desuso, dogmas y ortodoxias rancias, y abren espacio a conceptos que intentan retomar en sus esencias las ideas humanistas más legítimas, aplicadas a la contemporaneidad, desde antes del Renacimiento, de Moro, Saint Simon y Fourier, la Ilustración y otros, con sangre a la vez clásicas, modernas y creadoras. No quiere decir cien por ciento de acuerdo con tales insignes pensadores y revolucionarias, unas veces seguramente por crítico y otras por ignorante, sino que intento acercarme por aquí y por allá y me alejo cuando no entiendo o no convencen.

A veces, también, estoy de acuerdo o no con lo que dicen amigos y compañeros o desconocidos presentes o no presentes en las reuniones, otras no o muy no. Hay confusiones diversas, incluyo las mías, porque no existe información suficiente ni siempre clara ni verificable, y los medios nacionales y mundiales están aún en fase oficialista a pulso, placentarias o abortando un modus operandi infantil o descarriado. O resuman, las nos oficialistas, exceso de rencor y un no reconocimiento exasperado acerca del adversario y cada detalle nuevo o bueno o noble en los entornos. Solo algunas páginas, aquí y allá, extraviadas o puntuales, llegan con sonrisa y algo natural y saludable que se puede deglutir.

El debate en los medios que cité, de todas maneras, es mucho, diverso y mundial. Es pluralidad y flexibilidad convenientes de practicar, son discusiones y argumentos sin cortapisas. Es un sistema de dudas permanentes con muchas poleas. Y son personas de muchas tendencias, socialistas casi siempre, incluso miembros o ex miembros de la UJC o el PCC, también trotskistas y anarquistas, guevaristas, optimistas, exaltados, pacifistas, socialdemócratas, pesimistas, diletantes, curiosos, apolíticos, personas de centro izquierda y hasta de centro derecha o como se le llame. Hay sordos mudos que se expresan naturalmente con señas.

Cada huella de pulgar es diferente: cómo no lo iba a ser, en mayor proporción, todo lo demás que nos habita. Entre otras cosas, evitamos además puertas y ventanas cerrada.

Nos reunimos de vez en cuando para compartir opinión, reflexionar, y de alguna manera trazar pautas elementales que nos permitan coincidir temáticamente, o como ahora reciente, concordar en la cobertura a la visita de Obama a Cuba y el congreso último del PCC. Y así influir en la opinión pública cubana y mundial, con la mayor objetividad posible o imposible, en favor del socialismo que deseamos y los ideales originarios, hoy muy distorsionados, como lo fue antes el cristianismo. Socialismo no con propiedad estatal ni dirigentes vitalicios ni partido vanguardia ni pensamientos únicos.

Tampoco con elecciones populares solo en la base o primer escalón, al estilo Arabia Saudita. Sin posibilidad nunca de elegir candidatos en niveles superiores, incluido los supremos del País. No con esa escuadra ideológica en que hasta los sindicatos defienden primero al Estado que al trabajador y criatura estatalizada por estructuras férreas y aparentemente inmutables.

Ese fue el esquema aproximadamente del “socialismo real”, según sabemos, que existió en la ex URSS y el llamado “campo socialista”, que como también conocen naufragó a finales del siglo XX. Y casi sin que nadie previera inminencia, magnitud del desastre y hecatombe para las utopías. Y sin que aquellos pueblos salieran a defender el “nuevo” status vigente, pero al mismo tiempo ya muy repleto de anacronismos.

Cuba optó por acercase a aquel bloque del “socialismo real”, a causa de asedios, amenazas, bloqueos, intentos de aislamientos, supresión de cuotas azucareras y otras, provenientes principalmente de gobiernos sucesivos de Estados Unidos, que no aceptaba una revolución al parecer genuina en las cercanías de su territorio.

El problema, en realidad, estuvo en calcar, con escasa creatividad, y persistir con eso casi al pie de la letra, a aquel “socialismo” viciado de distorsiones y autoritarismos que, aunque denominado “marxista leninista”, tenía muy poco de un espíritu redentor extraviado en los avatares de la historia. Nos homologamos, la islita, con un gigante intercontinental, generando muchos burocratismos y sin sentidos innecesarios. Copiamos de aquellos modelos mariscales y aprendimos de cuasi manuales de filosofía y economía muy alejados del buen socialismo legítimo y sus raíces y fundadores.

Contra viento y marea, volvíamos a depender de un solo país para sobrevivir. Y eso por supuesto tiene sus costos históricos perdurables.

Una presunta vanguardia política cayó en moldes estereotipados y encrucijadas históricas, y se acomodó allí, en una época en que en Cuba se conocía poco de la realidad económica e ideológica del mundo.

El confort que emana para los dirigentes del hecho que el estado es el dueño de todo, por un lado, y la campaña anticomunista y los bloqueos y embargos desde Norteamérica, por otro lado, nos inclinó a pensar que si no estábamos con un lado había que sumarse homologada, fanática y completamente al otro.

Ocurría en medio de un bache profundo, producto de repetidas crisis económicas y guerra mundiales y regionales, en que izquierda e ideólogos de izquierdas, con excepciones y honrosas, aceptaban sin cuestionarse o cuestionaban mal lo que ocurría exactamente en grandes extensiones del planeta. No hubo debates políticos-ideológicos creadores durante décadas, sino a veces solo tiempo para gestión de sobrevivencia. Y en nuestra tierra, además, círculos de estudio machacones con vulgarizaciones “marxistas” y muchas distorsiones.

Así, lo que hoy llamamos “estalinismo” se adueñó del tiempo, y aunque en su momento la URSS jugó rol histórico decisivo en la derrota del fascismo, desvió por un curso catastrófico precisamente para la sobrevida del “socialismo real”.

Algunos no despertaron y siguen por oportunismo, comodidad o fanatismo, o porque no ven salidas, a aquellos modelos que aterrizaron contra arrecifes y no dejaron casi ni estela. Y solo sumieron en crisis varias al impulso de construir sociedades superiores, tanto en propiedad y economía como en libertades y democracia. Dos pasos atrás luego de un paso hacia adelante.

Otro es el socialismo que anticipamos y argumentamos de forma pacífica. Que desea utilizar la mejor tradición marxista y martiana, humanista y cristiana, entre otras, así como también la visión contemporánea de las ciencias en cualquier terreno. Sin olvidar grandes logros de pasados anteriores. Sin fanatismos ni intolerancias, sin dogmas ideológicos. Democrático. Libre, realmente ensanchado por la decisión y calidad cien por cien de legitima voluntariedad de los ciudadanos, activistas y colectividades. Abierto, con banderas de ternura desplegadas en toda dirección. Tratando de espantar la doble moral crónica que actualmente permea nuestra realidad nacional y mundial.

Pero cumpliendo, porque de otra manera no es posible, con postulados de propiedad social predominantes (no estatal), en primer lugar, y siempre mixtas, cooperativas, autogestionarias, cogestionarias, particulares, privadas, entre otras, y algunas por argumentar y dar cuerpo y solidez teórica para que vean luz en el marco de las realidades actuales.

Junto con el Estado tal (muy renovado con respecto a cualquier otros anteriores), en mi opinión particular, lógicamente se irán a bolina políticos y política que hoy ocupan excesivos espacios en desmedro de pueblos, colectivos, científicos, artistas, investigadores, creadores de todas las ramas, especialistas, ancianos sabios, talentos jóvenes, mujeres y hombres de cualquier edad, criaturas con boca y no solo orejas, ciudadanos e individuos, opinantes desperdigados.

Todos tenemos urgencia de participar siempre, tener voto oral y sufragio universal en las cuestiones, para que la sociedad camine hacia adelante. Sin inclusión no hay democracia, sin democracia no hay participación verdadera y posible.

Las sociedades hoy, en general, son manejadas en exceso por políticos intermediarios y taimados y burocracias oportunistas y tontas, en alianzas con élites de Poder, financieras y bancarias, ideológicas, mediáticas, enemigas o controladoras del Estado. Así como dirigentes inamovibles llegados siempre de la misma dirección, igual cantera y plegados a sus intereses personales y de grupo. Ellos copan y compran cada vez más protagonismos, sustituyendo con sus atribuciones el reservorio irremplazable de experiencias y capacidades acumulada por el gran banco genético de la Humanidad.

Socialismo en favor de una sociedad efectivamente más libre, autónoma, pluralista, emancipada de cualquier traba. Redimida de luchas no éticas o a la sombra, dilatorias, regresivas, siempre individualistas y malvadas, ciegas y egoístas de Poder. Con el ánimo venidero y estratégico de reducir el mal ego intuitivo, alimentado y miope. Al mismo tiempo, ampliar a límites impensados la integridad individual y ciudadana. Transitar del aupado y falso carisma de los caudillos y superlíderes a la franqueza pública.

Con democracia y libertad reales, descentralizada, depositaria y compartida, al alcance a de mayorías, no solo de clases o grupos favorecidos. Por supuesto, clases y grupos de Poder, dicho sea de paso, desaparecerían lógicamente en una sociedad tal, ellas solas, en transición pacífica, sin que nadie las eche.

Sin imperio de burocracia y corrupción, que hasta ahora son secuelas del “socialismo” vertical, absolutista, controlador y dueño por decreto de todos los recursos de la Nación. También existe en cualquier parte, porque todavía el mundo es esencialmente capitalista y aún no tiene voz ni una sola una hectárea socialista en el planeta Tierra. Presentimos como inminente esa Tierra pródiga, pero aun no logramos verla asomados a ninguna ventana.

Sería una sociedad donde productividad y creatividad alcanzaría rangos mayores, alucinantes desde nuestras perspectivas aún colonizadas. Colapsarían racismos, prejuicios, nacionalismos estrechos, chovinismos, excepcionalismos, discriminaciones y otras distinciones absurdas que hoy crean grandes conflictos nacionales, regionales mundiales. Conocimiento e investigación, interpretación, tolerancias, ocuparían los sitios vacíos que dejen tales atavismos.

Y entonces avanzaríamos con respeto superlativo sobre nuestro y nuestros planetas, dentro y fuera del sistema solar, creando un espacio inmenso de vida y bienestar para el gran conglomerado de los seres vivos donde quiera que residan.

Parece una utopía noble y bella. Y lo es hasta el día de hoy. Pero teórica e imaginariamente existe. Está quizás todavía más en el corazón que en el cerebro.

No es tarea solo de razonar ni de un año o diez. De pluralismos legítimos, comprensiones a fondo, gradualidades no formales, aperturas consistentes, solidaridades sin sectarismos, en particular con los porciones más dañados o desengañados, o ausentes o invisibilizados .

Pero un proyecto, sí, de cambiar en bien de la sociedad, las relaciones sociales, las personas humanas y todos los que habitamos el planeta en calidad de muertos o vivos. Historia del pasado sería otra, vista con otros ojos de entendimiento y cariño. Presente, un reservorio de potencialidades de cambios soñados y no soñados. Y el siempre futuro, algo mejor, más justo, fabuloso y en manos de todos por igual.

La historia escaló sin excepciones por lentos peldaños, a veces quebradizos, pero cada vez enroló a más individuos y multitudes.

Contradicciones nuevas surgirán y esos entornos serán lo que cambiarán y darán color a la épica de venideras estaciones.

La tierra es redonda y no plana, como se creyó hace apenas unos siglos. Evolución y tiempo inventó e inventa y saca especies de la materia prima universal. No las divinidades, como se afirmaba hasta hace menos de una centuria.

Creencias y dioses, fuego, armas y municiones, caudillos y guerras, herramientas, pólvora, agricultura, milagros, supersticiones e ideas renovadoras, astrología y astronomía, arquitectura gótica o barroca, revoluciones, electricidad y teléfono y avión y barco, cantos gregorianos, sinfonía, danzón, rock, estaban potencialmente contenidos en planes neuronales del Homo sapiens desde el primer día. La capacidad de mejorar es siempre virtual y posible siempre de ver nueva luz.

Sí hoy tenemos radio, cine, TV, informática, vida y cultura digital, mayor plétora individual, sueños de viajar por el planeta, sistema solar y cosmos, respeto a toda religiosidad o escuela filosófica, también tendremos ese socialismo.

Hasta ahora, la criatura humana, líderes en particular y multitudes en general, no estuvieron aún preparados para tal aventura galáctica. Inteligencia y sabiduría remontan con las marejadas sociales. Cojeras humanas un día tras otro desembocan en nuevas habilidades.

Las cosas no llegan por complacer o suavemente. Porque aquí estoy y tenía que suceder. Hay que luchar y arriesgar. Conocimiento se generó y está ahí con ese propósito múltiple y complejo, no para crear grandes distingos humanos, donde unos disponen de cien platos diferente y repletos, otros tienen cincuenta, otros una décima y otros no tienen plato.

Historia gira en dirección que le impriman la voluntad y el amor humanos. Quimeras y utopías, siempre estarán fundando realidades.

Con lentitud y al mismo tiempo con velocidad inusual, con respecto a eras anteriores, se crea alrededor del mundo comprensión y una confraternidad y alianza de los más huérfanos de poder y riqueza. De los mayoritarios. De los más conscientes. De las personas más nobles, bondadosas y generosas. De los que aspiran a apreciar y disfrutar efectivamente de avances de las ciencias y la cultura más que a lujos superfluos, aun cuando no estén excluidos magnificencias, fuegos artificiales, pompas fantásticas u orondas lentejuelas en blusas y camisas o festejos.

Capitalismo sucedió a feudalismo, feudalismo a esclavismo. Vamos hacia adelante, cada día, de formas evolutivas y relativas. Capitalismo, que luego de sacarnos con éxitos de estancos esclavitas y feudales, se torna depredador y despilfarrador, reparte sin equidad, devora riquezas, fuerza de trabajo humana y recursos naturales, genera además guerras, invasiones y genocidios, migraciones aniquilantes, tendría que ser sustituido con algo superior en algún momento venidero.

Ese nuevo orden y desorden social, donde continuaría ininterrumpida la aventura social, tendría que ser nombrado de alguna forma. Incluyo la palabra Socialismo. Aunque igual yo estaría de acuerdo con cualquier otro sinónimo o vocablo que lo interpretara.

Ese algo, al no ser palpable, es utopía aún.

Pero Lógica, sin muchas dudas, continúa detrás de las palabras. Como con respecto a aviones y barcos, trasplantes de órganos, viajes al cosmos, internet, etcétera. Nosotros podemos intercalar, de forma adicional y creciente, para apresurar en lo posible, dominio de la imaginación y preparación teórica. Combate sereno a cegueras ideológicas y mediáticas, abusos de poder, provocaciones elitistas, engañifas ideológicas y electorales, que se esparcen hoy en terrenos por los que ahora tienen riendas.

Fin de la irracional explotación del trabajo asalariado y los recursos otros, incluido el propio planeta que nos alberga, es lógica inexorable, imposible de parar. A no ser que antes se desaten autodestrucción nuclear o ecológica.

Demorará el prodigio poco más o menos. Aunque no siempre es posible divisar con exactitud desde estos bajos horizontes en que a veces nos detenemos a contemplar. Lo que a veces creemos una óptima atalaya técnomediatica, es en realidad un bajío insuficiente.

Lo que llamamos Futuro es todo utopías. Siempre fue así, desde las cavernas.

Giordano Bruno, religioso visionario, percibió un universo diferente, desmesurado, en movimiento constante y repleto de vida interestelar. Pero era el siglo XVI y por eso fue quemado en postes de la Inquisición.

F

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Guest
Elder
September 5, 2016 1:42 pm

Felo, Gabiota…sí, ya se que es con “V” pero, hija de Félix Guerra hay una sola. Sigo, desde este Itsmo leyendo A4Manos. No lo hago por amistad, ni antecedentes cercanos y perdurables; no lo hago solo por admiración y respeto, de por sí obvias. Los leo con todo placer para, junto a ustedes, seguir creyendo en el ser humano a pesar de todo. Me hubiera gustado escribir lo que acabo de degustar. Respeto el derecho de autor por default. Sin embargo, me adueñé de su contenido, como otras tantas veces me pasa en este blog. El día que se apaguen los faroles del universo,dejaremos de luchar. Mientras, desde cualquier lugar, se hará uso de la razón y la virtud humanas, para que esa libertad de ser y estar, como derecho, no como un deber, jamás sea encarcelada. Un abrazo, como he dicho en otras ocasiones, sin oficio de estación!