Mi padre es un hombre que ha admirado, cuidado y trabajado la naturaleza desde su amor personal, el periodismo y la investigación. No es extraño, pues, que muy pequeña me diera a leer Cartas de la selva, de Horacio Quiroga. Quedé fascinada. Aquellas historias de alguien que parecía que me hablaba a mí y además lo hacía sobre animales maravillosos que yo aún ni sabía que existían, fueron parte de mi infancia. Mi hermano intentaba ponerle emoción en alta voz, contando historias como «La guerra de los Yacaré», tal como si las estuviese viviendo en ese instante y narrando en vivo para un gran público: yo.
Sin embargo, no supe realmente quién era Horacio Quiroga, ese hombre que relataba la selva con pasión, que parecía haberla vivido en carne propia, hasta mucho tiempo después.
Conocer su vida es tan fascinante como leer sus cuentos. Hoy quiero hablarles de su primer libro, Cuentos de amor de locura y muerte, escrito en 1917 y vendido todavía casi un siglo después. Sin duda, este le daría al escritor uruguayo el título de «maestro del cuento latinoamericano». Del cuento breve, apuntan otros; como sea: maestro.
Recientemente en un taller literario en el que participo salió a relucir «A la deriva», uno de los relatos de ese libro. Hacía demasiado tiempo que había yo leído los Cuentos de amor de locura y de muerte (sin coma por decreto del autor), y deseé volverlo a hacer. Hoy se me amontonan varias antologías que conseguí de Horacio, porque, una de las cosas que ocurre cuando uno lo lee, es que en largo tiempo no puedes dejar de volver a él un día y otro día.
Historias como «El almohadón de plumas» (de las más reconocidas) y otras como «La gallina degollada» o «Los Mensú» me robaron nuevamente el sueño. Porque me inspiraban en la creación, sí, pero también porque me llegaban imágenes de amor de locura y de muerte, tres ingredientes que los amantes de las letras reverenciamos, porque suelen dar mucho material para el corazón y la pluma.
No aconsejo leer esta obra, sino todas las obras de Quiroga. Recuerden que hay algunos narradores de los que no se puede prescindir en el paso por la vida. Horacio Quiroga es uno de ellos.
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http://letroactivos.com/cuentos-de-amor-de-locura-y-de-muerte-horacio-quiroga/
