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La misión Gaia de la ESA censará mil millones de estrellas dentro de nuestra propia galaxia, determinando con precisión su magnitud, posición, distancia y desplazamiento. Para ello, observará cada uno de los astros más de 70 veces a lo largo de los cinco años que durará su misión.
Está previsto que esta misión descubra cientos de miles de nuevos objetos celestes, desde planetas extrasolares a estrellas ‘fallidas’, o enanas marrones. Dentro de nuestro propio Sistema Solar, Gaia catalogará cientos de miles de asteroides.
Entre las contribuciones que realizará a la astrofísica destacan la detección y caracterización de decenas de miles de sistemas planetarios extrasolares, y un completo estudio de una gran variedad de cuerpos celestes, tales como objetos menores en nuestro propio Sistema Solar, otras galaxias o más de medio millón de lejanos cuásares. Esta misión también pondrá a prueba la Teoría General de la Relatividad, enunciada por Albert Einstein.
El nombre de Gaia procede del acrónimo inglés de ‘Interferómetro Astrométrico Global para la Astrofísica’, que hacía referencia a las técnicas de interferometría óptica que se iban a usar en un principio. Aunque se haya cambiado el método de observación, se decidió mantener el nombre de la misión.
Su lanzamiento está previsto para finales de 2013, a bordo de un lanzador Soyuz-Fregat que despegará desde el complejo de Sinnamary en el Puerto Espacial Europeo, Guayana Francesa.
El observatorio está en desarrollo, comenzando la fase de ensayos. El contratista principal es la compañía EADS Astrium SAS, con sede en Toulouse.
Gaia estudiará las estrellas de nuestra galaxia desde una órbita en torno al segundo punto de Lagrange, L2. Este punto, 1,5 millones de kilómetros más alejado del Sol que la Tierra, acompaña a nuestro planeta en su movimiento de traslación, de forma que el satélite, la Tierra y el Sol permanecerán siempre alineados. Este tipo de órbita permite garantizar que ninguno de estos cuerpos celestes se interpondrá con el campo de visión de Gaia.
Los instrumentos de Gaia son tan precisos que, si estuviese en la Tierra, sería capaz de medir el pulgar de una persona situada en la superficie de la Luna.
El transmisor de Gaia utilizará muy poca potencia, menos que una bombilla convencional de 100 W. A pesar de ello, será capaz de enviar datos a gran velocidad (cerca de 5 Mbit/s) a lo largo de los 1,5 millones de kilómetros que lo separarán de nuestro planeta. Para recibir su señal se utilizarán las estaciones de seguimiento más potentes de la ESA: las antenas de 35 metros de Cebreros, España, y Nueva Norcia, Australia.
Las cifras del censo celeste son impresionantes. De media, Gaia descubrirá cada día 10 estrellas rodeadas por su propio sistema planetario, 10 estrellas explotando en otras galaxias, 30 estrellas ‘fallidas’, o enanas marrones, y un gran número de cuásares alimentados por agujeros negros supermasivos.
Se estima que Gaia detectará unos 15.000 planetas fuera de nuestro Sistema Solar al analizar los minúsculos cambios en la posición de una estrella debidos a las perturbaciones gravitatorias de los planetas que la rodean.
Gaia también pondrá a prueba la Teoría General de la Relatividad de Albert Einstein, midiendo cómo afecta el campo gravitatorio del Sol a la luz de las estrellas con una precisión de dos partes por millón. (Fuente: ESA)