Poemas Alejandro Carro

SONATA

Brotas de entre la tierra de mi sueño.

Mi sueño es pálido pero percibo el aroma de tus lágrimas.

El viento afina las ramas del árbol antes de que termine el otoño.

Dentro del árbol

tu violín de cuerdas increadas toca su primera sonata.

Música fosilizada brota de tu violín,

música que se quiebra como las hojas al pisarlas.

El otoño ha tapizado el suelo con notas quebradizas de su sonata arbórea.

Tomas el amor entre tus manos, se te clavan sus espinas,

pero, lejos de soltarlo,

lo oprimes contra tu pecho, lo aprietas para que te hiera más.

No podrás pisar las cuerdas de tu violín con tus heridas abiertas

o tal vez tu sonata suene mejor con sus notas en sangre tintas.

¿Qué madera será la mejor para hacer un violín?¿Qué madera será la mejor para el ataúd del amor?

GALÁCTICA

I

Cada noche más lejana a mí.

Nuestros corazones a estrellas de distancia.

Mis deseos siguen brillando

                                             pero muchos se apagan.

Cada hebra de tu cabellera

                                           es la cola de un cometa.

Te veo alejarte en espiral sin rumbo por el cosmos,

     en espiral dormida,

          en espiral sonámbula

que cuando despierta no me reconoce,

cada vez más lejos la constelación de tu sexo.



II

El universo se sigue expandiendo

y tú cada vez más lejos de mis estrellas;

el universo se sigue encogiendo

y tú eres una constelación de mi galaxia.

El amor es un cometa que se aproxima a nuestro corazón cada cierto tiempo.

En el universo helado sé que alguna vez seremos galaxias

que entrelazan sus estrellas.



III

En medio de la noche me pongo a dibujar con las estrellas,

uno puntos luminosos como en un juego de líneas.

Y con las estrellas cada noche dibujo tu ausencia.

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