A veces, entre las sombras, frente a mis ojos
pasan fragmentos arrebatados, héroes sonoros,
frases aladas, sagas ignotas, hondas estrofas
que se diluyen en los jirones de la memoria.
Libros enteros que yacen muertos y sin que nadie
pulse sus hojas, huela su tinta, cante sus letras.
Son edificios que nacen ruinas, vastos espacios
cuyos secretos no revelados nadie atesora.