COMO CAFÉ CON LECHE

Cuadro: Maria Soto Robbins

 

La mirada del poeta se aclara

si limpia sus zapatos.

Si enjabona y raspa

sus habitaciones.

Si acicala labios y bigote

luego del café.

Cuando desaloja arsenal

de rencores, la mirada

se le purifica de un tirón.

Caminando por entre vericuetos

del paisaje, se despeja de odios.

 

Un baño de mar desempercude

el entendimiento.

 

Libro abierto y cama compartida,

miradas que se tornan traslucidas.

de amor, miradas límpidas.

 

Si sube a la montaña,

la mirada del poeta descifra

y se esclarece.

 

Si suben juntos la montaña,

el verso purifica la escritura.

 

La montaña misma

y no solo el sendero por donde

se asciende, no solo

los sendero sino igual

las montañas, implican

un torbellino de comprensiones

y ascensos.

 

Esas lejanías se juntan y revelan

la mirada, tanto como el rocío

limpia la higiene espiritual.

 

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