El público baila guarachas.
De incógnita la muchacha almuerza una torcaza.
La digestión es operación filial de otra sucursal mayor: los alimentos se tornan
compatibles y amenos con glóbulos, blancos o rojos.
Prudencia metabólica. La digestión se preocupa
de nutritivas zanahorias o indigestos garbanzos
y se alborota al ver el chocolate.
Mi digestión no procesa ganso o caviar.
Es tropical, escupe y traga por los poros: frutas, nidos, vegetales.
Identidad del plato. Soy del Caribe.
Digestión isleña con tenedores y cucharas
tras bailar el danzón de las cazuelas.
Bailar es razón o sazón, comezón o varón
que disfrutan guarachas y a veces las torcazas.
En un tazón me sirven: rima y apuro. Rebanadas
de tiburón, sofrito de melón. Mentón de salchichón y pechugas de mujer.
Varios cachorros de faisanes adobados al estropajo.
Que me sirvan 2 porciones de ajiaco, aunque yo ambiciono 3.
Experto en devorar. Especialista en morder
lo que apetezco.
Mejor me sirven el corazón
de una muchacha
que antes se haya almorzado una torcaza.
Hummmm, Felo, tu poema me ha dado mucha hambre. Hambre de comida y de amor. Muy bello.