
El humito
No sé cómo terminamos en aquel departamento frente al cementerio municipal, pero ignoro tantas cosas que esto es lo de menos. Congelados en los inviernos, cocinados a fuego lento en los veranos, así era vivir
No sé cómo terminamos en aquel departamento frente al cementerio municipal, pero ignoro tantas cosas que esto es lo de menos. Congelados en los inviernos, cocinados a fuego lento en los veranos, así era vivir
—Aquí estaba la imagen de Eva, fíjese que la había puesto en un lugar que se podía ver desde cualquier lado. Rojas le dijo a mi padre que si volvía a saber de alguna escultura de Evita en esta casa, nos mataba a todos.
La confinaron a un pabellón de mayor seguridad, le cortaron el pelo, le arrancaron aquella camiseta para ponerle un uniforme blanco y un chaleco que la convertía casi en una oruga. Entonces ella supo que su sombra no había sido un problema, sino un presagio.
(Fragmentos de una novela que nunca verá la luz) De aquellos tiempos solo me queda el silencio. Vivíamos nuestro propio mundo, éramos la noche plena y como vampiros negábamos el sol durmiendo. Yo no era
“Si los poetas supieran que los fuegos encendidos por las palabras pueden terminar incendiando la propia obra, quizá tendrían más decoro al escribir”