Un garza real vi en mi vida. Y no creo que se repita el episodio. Recorría la cayería al norte de Cuba: los Jardines del Rey. La pequeña lancha, con su tripulación, avanzaba sinuosa y
La cojera del gato descansa en el cojín de sosegada penumbra. La humedad arremete contra la fachada, los horcones se resienten durante esos fragmentos de humedad. La estación suelta frío humo de difunto, de arrabal